domingo, 11 de agosto de 2013

Verdad en Gris…






Esta historia comenzó el día que conocí el gris, yo estaba bajo el árbol y una hoja calló sobre mi cabeza, solo escuche una vocecita que me dijo: -La magia no existe.
Tardé un poco el volver a respirar hasta el tiempo perdió el sentido pero ahí lo entendí todo, entendí que el hada de los dientes no es quien te deja dinero porque las hadas no usan efectivo, que Santa Calus no es quien deja regalos en mi casa porque ni siquiera tengo chimenea, que el coco no asusta por no tiene ni un solo diente, que el señor de la canasta lleva naranjas y no niños, que no puede haber un final de la historia donde se diga que vivieron felices para siempre porque es una tremenda contradicción, que la luna no es de queso, que los cocodrilos no lloran por amor, que uno no se vuelve loco nada mas por cantar mientras come.
En ese momento el mundo se torno gris ante mis pequeños ojos, todo se mezclo para crear un gris neutro sin sabor, ni olor, ni textura, todo era una línea plana como el sonido del piiiiiiii en la televisión cuando no hay señal.
El peso de la verdad y el de la hoja me hicieron sentar de golpe, creo que lloré pero no estoy seguro es difícil saber que se siente después de una noticia así.
Hoy es la primera vez que artículo palabra después de ese día y solo es para decir que las hojas caen de los árboles a cada milésima de segundo tratando de recordarnos que hay que apreciar el gris, que dentro de esa aparente falta de luz esta el paisaje, la puesta de sol, la sonrisa, el vacío, la desolación, la esperanza y la paz. No se puede encontrar mayor verdad que la del gris.

Sin Fin… 

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