lunes, 14 de octubre de 2013

Los dientes y el corazón...



Al monstruo le salieron sus dientes... los tres mil de un solo golpe.

Ya no puede cerrar su boca, no puede hablar bajito, ya no sonríe como antes, su cara cambio para siempre y sus entrañas también, ahora se come los corazones y vive solo en su cueva. Dicen que un petirrojo fue hasta lo alto de la montaña con una historia que haría feliz al monstruo, cuentan que todo era oscuro y mal oliente cuando el pajarillo entró en la cueva... solo avanzó unos pasitos a ciegas en la penumbra hasta la boca dentada del monstruo que sin titubear lo devoró al confundirlo con un corazón palpitante.

Dientes y corazón no pueden estar juntos... el mismo monstruo se tragó el suyo al sentir el filo de su nueva boca.

FIN

1 comentario:

Unknown dijo...

me gusta la metáfora, el cómo es importante escuchar el latido del otro antes de hablar